¡Celebramos nuestro primer año!
- Colectivo La Liminal
- 19 nov 2016
- 3 Min. de lectura
Estos días andamos recordando con mucho cariño los primeros recorridos urbanos que pusimos en marcha por el barrio de Pacífico porque ¡La Liminal cumple un año! Y para celebrarlo, tuvimos la suerte de volver a participar en el festival Se Alquila, donde comenzamos con muchas ganas el noviembre pasado.
Recorrido por el barrio de Pacífico. Noviembre de 2015
Hacía tiempo que éramos seguidoras del festival, porque nos parecía una propuesta con mucho sentido en una ciudad como Madrid, llena de infraestructuras desperdiciadas y con una población deseosa de alternativas culturales. Y sin duda ha ido cubriendo un vacío, porque este es su sexto año y cada vez convoca a más público, y más artistas y colectivos participan dentro de su programación.
En esta edición el festival proponía como tema de reflexión la idea de “margen”, y tenía lugar en la Casa de Campo, lo que suponía todo un reto para nosotras ya que los temas que solemos tratar en nuestros recorridos están ligados con el tejido urbano, y el trasladarnos a una zona verde nos colocaba en un lugar de excepción dentro de la ciudad, con dinámicas y espacios desplazados de sus ritmos y estructuras habituales.

Frente a esto, comenzamos a pensar en la relación de este espacio verde con la ciudad y sobre todo en los usos que la ciudadanía hace de él. Aparecieron enseguida dos usos principales: unos relacionados con comportamientos no permitidos en las calles, y otras prácticas espaciales en torno al ocio y el empleo del tiempo libre.
La idea de ocio está ligada en el imaginario colectivo madrileño a la Casa de Campo, pero muchas veces se produce en espacios privatizados dentro del recinto: zoo, parque de atracciones, piscina, lago, teleférico, etc. Así que decidimos proponer una ruta unida a un ejercicio de imaginación colectiva para pensar otros usos de estas estructuras y perfilar juntxs otras formas de ocio que no pasaran por el consumo. Ficcionar en una actividad lúdica que terminó tomando la forma de un picnic.
Nuestra actividad se organizaba en dos tiempos. Para la primera parte diseñamos una ruta en torno a la evolución histórica de la Casa de Campo, que iba de la mano de una historia del propio concepto de ocio y el tiempo libre, tratando cómo pasa de ser un privilegio destinado a la élite a ser disfrutado por todas las clases, un cambio propiciado gracias a las luchas obreras, pero que también traerá consigo la capitalización de esos espacios de libertad a través del consumo.
La ruta terminó en el espacio donde este año se celebraba el festival Se Alquila, el Teatro Auditorio de la Casa de Campo, donde, con estas ideas en mente, realizamos un taller en el que al tiempo compartimos comida, bebida y conversaciones. La propuesta: repensar una Casa de Campo para todas dando rienda suelta a la imaginación.

De los talleres salieron muchas Casas de Campo, algunas locas y surrealistas como una desalojada por los humanos y tomada por los animales del zoo u otra dedicada a nuevos deportes de riesgo como el piragüismo acrobático sobre hielo o el patinaje del revés. También surgieron muchas reapropiaciones de espacios que pasaban por la eliminación de barreras, una granja escuela, el intercambio de saberes en un banco del tiempo, espacios multiculturales, de relajación y formación artística, y sobre todo muchos usos lúdicos basados en compartir experiencias.

Los resultados de los talleres nos dejaron impresionadas. Era la primera vez que como colectivo proponíamos una dinámica así y aunque teníamos las expectativas muy altas se superaron con creces. Sin duda esta no será la última propuesta que incluya fase taller, pues estamos deseando repetir experiencia.
Del mismo modo es imposible transmitiros lo felices que estamos de haber podido cumplir un añito de vida con este nivel de respuesta por vuestra parte. ¡¡Muchísimas gracias por todo vuestro apoyo durante el último año!!
¡Nos vemos en la próxima ruta!