Cultura y Ciudadanía se ofrece como una plataforma de reunión y pensamiento donde confluyen todo tipo de proyectos en los que la producción cultural se cruza con el tejido ciudadano. Tras pasar por distintos espacios, en su cuarta edición, fueron los Cuarteles de Daoiz y Velarde los que acogieron este encuentro.
Este año Cultura y Ciudadanía giraba en torno a tres conceptos fundamentales: la educación, la mediación y los públicos, unas ideas que motivaron el deseo de desbordar el espacio del encuentro para establecer un diálogo con el entorno en el que se desarrollaba: los barrios de Pacífico y Adelfas. Y el hecho de que desde el origen de La Liminal ambos barrios hayan sido lugares explorados a través de distintos paseos dio lugar al planteamiento de una actividad de mediación desarrollada dentro de su programa.
La propuesta tomaba como base la noción de ciudad desde la que articulamos nuestro trabajo. Concebimos la ciudad como un terreno en el que se despliegan una serie de construcciones, discursos y valores que nos transmiten una gran cantidad de mensajes desde los que modulamos nuestros ritmos vitales, las formas de relacionarnos con los lugares y con lo que somos. Así, el territorio urbano se presenta como un particular texto de múltiples líneas cruzadas con las que se componen todo tipo de relatos, algunos son heredados, algunos nos vienen dados, otros los creamos nosotrxs mismxs con las experiencias que volcamos en sus espacios.
Partiendo de esta idea, buscamos acercarnos a Pacífico y Adelfas a través de lecturas generadas desde perspectivas y posiciones diversas: las de agentes y vecinxs de estos barrios, las de participantes en el encuentro de Cultura y Ciudadanía y las nuestras como mediadoras culturales. Y lo hicimos en una actividad que se desarrolló en dos tiempos, una conversación con tres agentes de estos barrios seguida de un recorrido en el que visitamos tres espacios vinculados con la experiencia presentada por cada uno de ellxs.
El principal objetivo de la actividad era conocer distintas formas de actuar en un territorio para modificar sus significados y usos, y pensar sobre estrategias para adaptarlos a las necesidades e intereses de aquellxs que lo habitan, creando de forma conjunta relatos propios y situados.
En principio, la ciudad se nos presenta como un texto ya cerrado, pero si esto es cuestionado abrimos la puerta a las posibilidades. Por este motivo nuestro acercamiento se activaba a partir de una gran pregunta: ¿Cómo reescribir la ciudad?
Desde nuestro punto de vista cada uno de los colectivos y proyectos presentados suponía la puesta en marcha de procesos de mediación que abordaban esta cuestión de distintas formas, aportando claves importantes con múltiples matices, porque si bien todas las experiencias partían del tejido vecinal, cada una tenía un perfil distinto.
Con Antonio Colino nos acercamos a una iniciativa que nace del rico tejido asociativo de estos barrios, concretamente en el seno de la histórica Asociación de Vecinos Los Pinos. De la mano de Joan González, que nos habló del proyecto Pacífico Puente Abierto, vimos una propuesta surgida de la iniciativa vecinal pero que, por su carácter de intervención urbana, se ha desarrollado desde la colaboración entre asociaciones, colectivos, vecinxs y administración. Y con Elena Eguía de Enredadas en el barrio, conocimos a un colectivo que opera como grupo informal convirtiendo este carácter en una de sus mayores fortalezas.
Este relato cruza las experiencias y proyectos presentados con las preguntas y claves que inspiraron, así como con los debates que, al hilo de estos temas, se fueron generando en el recorrido posterior.
¿CÓMO ACTIVAR EL PATRIMONIO?
Claves: MEMORIA, IDENTIDAD, CONOCIMIENTO COMPARTIDO
En su presentación, Antonio Colino nos habló de “Conocer para Actuar”, un grupo que surge como observatorio del barrio para explorar su patrimonio y su historia, centrando sus actuaciones en la zona sur del distrito Retiro, un área con una gran presencia de bienes de carácter patrimonial, aunque algunos de ellos se encuentran abandonados o infrautilizados.
Desde “Conocer para actuar” se trabaja a través del recorrido urbano para hacer llegar este patrimonio a la ciudadanía y ponerlo en valor con el fin de generar acciones que repercutan en su recuperación y accesibilidad para el disfrute de todos y todas.
Con “Conocer para actuar” comenzamos a adentrarnos en Pacífico y Adelfas a través de la idea del bien patrimonial, lo que representa una de las primeras búsquedas cuando se visita cualquier espacio y se considera su relevancia e interés (¿qué hay que ver aquí?) Y el hecho de que se señalara la riqueza patrimonial del entorno, para muchxs totalmente desconocida, evidenció ya de primera mano cómo los criterios que filtran lo que debe ser destacado en la ciudad privilegian unos lugares por encima de otros, de manera que mientras el centro urbano se sigue presentando como referente ineludible otros espacios quedan desdibujados.
El proyecto señalaba además cuestiones fundamentales como el valor de la autoformación - ya que las actividades del grupo se desarrollan principalmente a partir del intercambio de conocimientos entre los integrantes del mismo - o la importancia del conocimiento como detonador de acciones y “arma” de actuación.
Con la primera parada del recorrido, la calle Caridad, pudimos seguir profundizando en los temas en torno al patrimonio. Esta calle fue la primera urbanizada en el barrio de Pacífico y el hecho de que sigan sobreviviendo en ella algunas casas bajas de principios del siglo XX, testimonio de los orígenes del barrio y su carácter obrero, nos llevó a preguntarnos sobre la pertinencia de su conservación.
¿Por qué no señalar y preservar una construcción que nos habla de la identidad del barrio?, ¿por qué un monumento tiene mayor valor que una construcción obrera?, ¿cómo determinamos lo que es patrimonio y lo que no? Y desde ahí ¿qué tipo de memoria y de historia queremos conservar?
Todas estas reflexiones nos llevaban de vuelta a algunas de las cuestiones ya lanzadas por Antonio en su charla, conocer supone dar un primer paso para evitar el borrado de la memoria y puede generar acciones con las que convertir el patrimonio (o los patrimonios diversos) en algo vivo y por tanto persistente.
¿CÓMO GENERAR NUEVOS PATRIMONIOS?
Claves: INICIATIVA VECINAL, PARTICIPACIÓN, EMPODERAMIENTO POPULAR
Joan González ha trabajado en múltiples ocasiones como dinamizador y mediador en su barrio, destacando su labor como intermediario entre ciudadanía e instituciones en Retiro Experimenta y Pacífico Puente Abierto, experiencia de la que habló en esta ocasión.
Pacífico Puente Abierto es un proyecto de transformación urbana que ha convertido uno de los lugares muertos del barrio, el espacio bajo el puente de Pacífico, en una zona de encuentro dedicada al deporte y el arte urbano.
En su presentación, Joan nos contó en detalle el proceso que se ha seguido para su consecución desde distintos puntos de vista. Por un lado, abordamos una de las cuestiones centrales del proyecto, el proceso por el cual una iniciativa ciudadana puede convertirse en realidad a través del trabajo con técnicos de diversos perfiles, así como con dinamizadorxs y mediadorxs. Por otra parte, se abordó toda la cuestión técnica relacionada con el proyecto y las problemáticas afrontadas al situarse en un espacio entre la ciudadanía y la administración, lo cual provoca ciertos debates en torno a la legitimidad de los agentes implicados.
En el recorrido, tras pasar por la calle Caridad y cuestionarnos la idea tradicional de patrimonio, visitar la intervención de Pacífico Puente Abierto, que ha supuesto un giro radical del significado y uso del espacio, pasando de ser no lugar a lugar de encuentro, nos permitió debatir sobre la posibilidad de construir nuevos patrimonios basados en valores de la comunidad y sobre sus implicaciones.
Se extraían de ahí ideas como el valor del proceso y de la documentación del mismo para ofrecer claves extrapolables a otros territorios, así como la importancia del carácter multidisciplinar del equipo y agentes implicados para enfrentarse a la diversidad del espacio público.
Por otro lado, las complejidades de los procesos de participación y las dificultades, tanto para sostenerlos en el tiempo como para garantizar la máxima inclusividad posible, centraron los debates en torno a este proyecto.
¿CÓMO FORMAR UN TEJIDO?
Claves: FEMINISMOS, HACER BARRIO, MEDIACIÓN
Elena Eguía pertenece al colectivo feminista de carácter informal “Enredadas en el barrio”, un grupo de mujeres que, al calor del 15M y la campaña de Ahora Madrid, deciden reunirse y trabajar en diversos proyectos pero siempre manteniendo la máxima de preservar su independencia como colectivo.
En su caso no les interesa tener forma jurídica, unos estatutos o moverse en lo teórico, lo que quieren es hacer que los programas, las promesas y las iniciativas bajen a pie de calle y se imbriquen en el barrio. Y es precisamente su carácter informal lo que les permite poder moverse con libertad entre proyectos y colectivos para conseguir sinergias y conexiones.
Partiendo de estas bases, Elena nos habló de varias iniciativas que habían realizado en el tiempo que llevan en activo y que se han materializado en intervenciones directas en el barrio, como por ejemplo, el mercadillo de trueque que realizaron en el mismo lugar donde se celebraba el encuentro de Cultura y Ciudadanía, los Cuarteles de Daoiz y Velarde.
A través de la experiencia de Enredadas en el barrio emergían algunos de los aspectos que, desde nuestro punto de vista, definen la esencia de la mediación cultural, como son el trabajo transversal, el funcionamiento en red y la construcción desde lo colectivo. Modos de hacer todos ellos arraigados en un posicionamiento feminista que les lleva a enfocar sus acciones desde una perspectiva de género, para trabajar por la igualdad, el respeto por los cuidados y la inclusión de todo tipo de diversidades en sus barrios.
La última parada de nuestro recorrido nos llevó a uno de los lugares del barrio de Adelfas donde el grupo, como integrante de la mesa de igualdad del barrio y en colaboración con otros colectivos, plantea una de sus próximas acciones. La calle Ángeles García Madrid, recientemente nombrada, gracias a la iniciativa de lxs vecinxs, en honor de esta activista, escritora y poeta madrileña, que fue vecina del barrio, será la que albergue el Paseo de las mujeres, un proyecto que traerá la colocación de una serie de placas sobre la historia de las mujeres del barrio.
Con esto, tras hablar, desde una dimensión material, del patrimonio, su legitimidad y su activación, o de los nuevos patrimonios y los nuevos valores que aportan, acabamos con un debate en torno a la importancia de los patrimonios inmateriales y el valor simbólico de los espacios. Y aquí la perspectiva de los feminismos se nos ofrecía como un camino de gran interés para plantearnos desde nuevas bases otras formas de contar la historia, de entender y construir nuestro espacio público y, por tanto, también nuestras ciudades.
Fue quizás el abrirnos a esta mirada de lo urbano desde otros lugares lo que nos llevó a cerrar este paseo con un ejercicio de imaginación colectiva en el que se lanzaron muchas preguntas... ¿cómo imaginamos el futuro de nuestra ciudad?, ¿cómo podemos dar vida a nuestro espacio público?, ¿cómo queremos contarnos?...
Fue una tarde cargada de conversaciones intensas, donde se debatieron muchas ideas y pudimos ver la necesidad de trabajar desde lo colectivo para poder transformar los espacios que habitamos. Conversaciones que aún resuenan en nuestra cabeza y que sin duda tendrán continuación.
* Este relato se complementa con el mapa sobre la actividad en el que los espacios visitados y mencionados quedan vinculados con las reflexiones y debates mantenidos con lxs participantes. Puedes explorar el mapa aquí.
Créditos de las imágenes: Ministerio de Cultura y Deporte. IV Encuentro Cultura y Ciudadanía. Fotos: Antonio Arcaro.